![](https://static.wixstatic.com/media/452a74_b10084aea55e46a2ab87e585df77e2ea~mv2.jpg/v1/fill/w_640,h_426,al_c,q_80,enc_auto/452a74_b10084aea55e46a2ab87e585df77e2ea~mv2.jpg)
Ya han llegado los primeros exámenes. Este momento es muy importante, porque los resultados nos darán una pista sobre cómo tenemos que enfocar el estudio. En ocasiones, la nota no ha sido la que esperábamos... Podemos achacarlo a muchos factores: cansancio, vuelta de las vacaciones, mala suerte, cambio de curso, de instituto o colegio... Pero lo cierto es que de nada sirve refugiarse en estos pensamientos, aunque puedan ser ciertos en algunos casos, y que está en nuestra mano y voluntad cambiar la estrategia para afrontar la próxima tanda de exámenes. Ahora es el momento, es cuando hay margen de reacción y podemos solucionar sin agobios todo lo que nos ha llevado a obtener unos resultados que debemos mejorar. Un castillo no se empieza a construir desde el tejado. Hay que comenzar por la base y cuanto más sólida sea esta, mucho más fácil será luego encajar el resto de piedras.
¿Qué hacer para conseguir esto? Lo primero, que no cunda el pánico y evitar pensamientos negativos: "no sirvo para esto", "el profe me tiene manía", "nunca voy a conseguirlo". Hay que sobreponerse y tomar medidas. A veces no es sencillo para el alumno detectar sus malos hábitos de estudio y es probable que, debido a esto, sienta que dedica horas y horas de esfuerzo para resultados no satisfactorios. Esto puede llegar a frustrarle.
Dada esta tesitura, un profesional de técnicas de estudio que conozca su historia y que detecte sus puntos fuertes y puntos débiles puede ser un punto clave para solventar el problema. Tras el análisis inicial, se elabora un plan personalizado y se comienzan a aplicar una serie de estrategias. Somos conscientes de que cada estudiante es un mundo y tiene unas necesidades particulares, por lo que la comunicación entre alumno y profesor será esencial durante el proceso. Una vez establecida esa conexión, el seguimiento constante y la regularidad harán que el alumno adquiera hábito de estudio, constancia y confianza en sí mismo. Crear un punto de referencia es indispensable para no hundirse en el abismo de los pensamientos negativos. Poco a poco, el alumno notará que el tiempo y esfuerzo dedicado no caen en balde y que no se trata de que "no pueda", sino de que estaba enfocando el estudio erróneamente.
Se trata de un camino que requiere esfuerzo, voluntad y ganas de cambiar las cosas. La recompensa lo merece. En Aula Magna podemos ayudarte. Lo mejor de todo es que ahora el tiempo está de tu parte.
Comments